Telenor y CP Group se apegan a su plan de fusionar sus negocios de telecomunicaciones tailandeses, a pesar de haber incumplido un plazo clave en el proceso de fusión que pone en duda todo el acuerdo.

Telenor emitió el martes un comunicado en el que confirma que él y su socio de fusión no han llevado a cabo una oferta pública de adquisición voluntaria (VTO) por las acciones en circulación en sus unidades tailandesas, DTAC y True Corp respectivamente, porque no se cumplieron las condiciones requeridas.

Cuando las empresas anunciaron su intención de unirse a sus unidades tailandesas hace un año, se comprometieron a completar el VTO, como paso previo a la fusión real de las unidades comerciales, antes del 22 de noviembre de 2022.

Su fracaso en hacer eso no ha descarrilado todo el asunto, pero naturalmente genera dudas sobre su capacidad para superar la línea.

No obstante, al menos una de las partes involucradas sigue siendo positiva, aunque un poco callada sobre lo que viene después.

“Telenor cree en los beneficios de la fusión y continúa apoyando activamente la fusión de dtac y True. Telenor y CP Group continúan apuntando a una participación equitativa en la propiedad de alrededor del 30% de la empresa fusionada”, dijo Telenor en un comunicado.

“Las partes pretenden completar la transacción dentro del primer trimestre de 2023”, agregó.

No es de extrañar que las empresas tengan problemas para concretar esta alianza. La fusión propuesta ha estado sumida en la controversia desde que se anunció, principalmente debido a problemas de competencia.

Técnicamente, el acuerdo convertiría a Tailandia de un mercado móvil de cuatro jugadores a uno de tres jugadores, pero en realidad el cuarto jugador actual, National Telecom, está tan rezagado que el país se quedaría con un duopolio. Un DTAC/True fusionado sería más grande que el actual líder del mercado AIS, al menos en términos de clientes.

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Telenor y CP Group han argumentado que, sin la vinculación, ambos se encuentran en una posición débil, mientras que juntos pueden ofrecer una competencia efectiva para AIS, en beneficio de los consumidores. Pero, curiosamente, AIS no está de acuerdo y es una de varias partes interesadas que han expresado abiertamente su oposición a la fusión.

A principios de este mes, la empresa de telecomunicaciones lanzó su última andanada a través de Advanced Wireless Network (AWN), solicitando al Tribunal Administrativo Central que interviniera y anulara la aprobación de la fusión por parte del regulador, informó el Bangkok Post.

La Comisión Nacional de Radiodifusión y Telecomunicaciones (NBTC) dio luz verde a la transacción hace un mes, sujeta a una serie de condiciones diseñadas para proteger la competencia en el mercado.

Claramente, esas condiciones no fueron suficientes para satisfacer a AIS. La petición judicial del operador se centra en el espectro, específicamente la cantidad de espectro que tendría la entidad fusionada, explica el diario. AIS ha exigido ser compensado por esto, si el acuerdo sigue adelante.

Sin embargo, es bastante obvio que AIS está utilizando cualquier herramienta a su disposición para bloquear el trato; se trata de una empresa de telecomunicaciones que busca proteger su posición de liderazgo.

Es seguro asumir que la NBTC tendría pocos problemas para encontrar un remedio adecuado para cualquier desequilibrio del espectro. El problema real ahora es si aquellos que se oponen a la fusión, y AIS permanecerá al frente y al centro, lograrán bloquearla, de una forma u otra.

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