Ya sea que tenga una nueva PC para juegos (se abre en una pestaña nueva) o uno existente, debe optimizar Windows para un mejor rendimiento del juego con algunos ajustes simples. Windows no viene perfectamente adaptado para juegos de forma predeterminada, pero con un par de cambios en su configuración, puede estar seguro de que nada se interpondrá en su camino y en el de sus juegos.

Sin embargo, como prefacio a todo esto, debe comprender que el mayor impacto en el rendimiento es un hardware débil. Una tarjeta gráfica antigua reducirá los fotogramas por segundo mucho más que una simple configuración en Windows. Una PC para juegos con solo cuatro a ocho gigabytes de RAM tendrá el mismo control sobre sus fps en muchos juegos modernos. Antes de cambiar algo, considere primero una actualización y establezca sus expectativas sobre el impacto que tendrá la configuración de Windows en su experiencia de juego. No es mucho, pero puede sumar.

Cómo desactivar el modo de juego de Windows

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